Como dije en mi anterior comunicado de que me encontraba en Asturias, ahora voy a comunicaros algo que a pesar de mi edad, es decir de ver morir a seres muy queridos deseo y debo deciros a todos que nunca había visto una entereza y un espíritu de animo tan maravilloso como el de el tío de mi esposa, Dn. Félix Ángel Pérez Prendes.
Aquí comienza la maravillosa historia, como ya dije lleva, varios o mejor más de tres semanas con un estado físico deteriorado y sintiéndose prisionero de su cuerpo del que quiere desprenderse, para según su fe liberar su alma de ese cuerpo que ya no le sirve. Hasta ahora tenia miedo de ausentarse por que no sabía que sería de su esposa, pero una vez convencido de que ella quedara al cuidado de todos, ha pedido que lo seden y haber si de esta forma deja de sufrir y puede liberarse de cuerpo que solo le sirve de envoltura de su alma. Ha venido el Servicio de Cuidados Paliativos, y como ya os he dicho a pedido que lo seden y pueda dejar de ser una carga para todos. Atendiendo a sus peticiones, le han incorporado un dosificador desde donde se le va suministrando tanto los antiálgicos como el sedante para que su conciente no actué. Una vez que le han proporcionado el dosificador, en un último acto de sensatez admirable, ha solicitado que todas las personas allí presentes, casi toda su familia, se despidiera de él y a todos nos recordo que cuidáramos de su esposa.
De esta maravillosa manera a querido finalizar la última etapa de su vida y por si quedaba alguna duda a pedido ser incinerado, para de esta forma que pueda su esposa ser enterrada junto a él en el mismo lugar.
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