Veamos la noticia más importante que me ha sucedió esta semana y desde hace mucho tiempo y que para ser más exactos me sucedió hace 42 años, cuando nació mi hija mayor, pues bien ahora voy a ser abuelo de una nieta, y como es de esperar después de tres hermosos nietos de 21, 9 y 3 años una niña nos viene que ni de perlas, por lo que todos estamos esperando con verdadera ansia poder tenerla en nuestros brazos desde los padres, abuelos, tíos y demás.
Este verano, cuando estoy en Asturias, es decir Candás, y por indicación médica, tengo que andar una hora diaria y la verdad, si bien aquí continuo haciéndolo, no se puede comparar hacerlo allí donde hay mareas, Se que pensareis por que?. Os explico, cuando yo salgo por la mañana, que suele ser a la misma hora, minutos más o menos, pues bien, el paisaje varia ya que la marea se retrasa aproximadamente entre 49 y 59 minutos diarios, que viene a ser el retardo de la luna, lo que significa que lo que ves hoy mañana no estará o viceversa, tampoco se parece en su color ni en su movimiento, en el norte el mar nunca es azul, dulce apacible, siempre esta como alerta esperando un cambio de un momento a otro, lo mismo que cuando navegas siempre hay que estar alerta. Nuestro Mediterráneo es azul, pacífico, son pocas sus alteraciones, si bien como mar tampoco hay que fiarse, pero no es lo mismo, el del norte, lleva y trae con sus mareas distintas aromas, distintas formas, distintas sensaciones, en una palabra, carece de monotonía y eso hace, al menos para mí que llene mi espíritu como si mis sentidos se llenasen de nuevas ansias de vivir para volverlo a ver al día siguiente.
Bueno ya esta bien de daros la lata, pero si no lo digo reviento, llevo mucho tiempo sin verlo y lo necesito.
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